ortodoncia infantil a que edad es recomendable

Ortodoncia infantil: ¿a qué edad es recomendable?

June
1
,
2025
|
Consejos prácticos
Autor
seQuraLAB
Tiempo
5
mins. de lectura

A los seis años, muchos niños aún conservan buena parte de sus dientes de leche. A simple vista, todo parece ir bien. Pero justo en esa etapa es cuando pueden aparecer los primeros signos que indican la necesidad de una ortodoncia infantil. Detectarlos a tiempo permite intervenir antes de que se agrave el problema, y evitar así tratamientos más largos y complejos más adelante.

Los ortodoncistas coinciden: una primera revisión temprana puede marcar la diferencia. No se trata de poner aparatos cuanto antes, sino de observar el desarrollo de los huesos maxilares, la posición de los dientes y los hábitos que pueden afectar la salud bucodental del niño.

En seQura creemos que cuidar la salud de tus hijos no debería suponer un esfuerzo imposible. Acompañarles en cada etapa, también cuando toca corregir o prevenir problemas dentales, debería ser algo accesible y sin complicaciones.

Por eso, en este artículo te contamos cuándo y por qué llevar a tu hijo al ortodoncista, qué tipos de ortodoncia existen según la edad, y cómo puedes pagar el tratamiento de forma flexible y sin agobios.

Cuándo y por qué llevar a tu hijo al ortodoncista

La ortodoncia infantil no empieza cuando aparecen todos los dientes definitivos, sino mucho antes. Lo que muchas familias no saben es que la detección temprana de ciertos problemas puede evitar tratamientos largos o más invasivos en el futuro. Por eso, la primera visita al ortodoncista no es solo recomendable: puede ser decisiva.

Primera revisión: qué edad es la ideal

La edad recomendada para llevar a un niño por primera vez al ortodoncista es alrededor de los seis años. Aunque aún tiene muchos dientes de leche, en ese momento ya han erupcionado los primeros molares definitivos, lo que permite evaluar con más precisión cómo se está desarrollando la mordida.

Esta revisión temprana no implica necesariamente empezar un tratamiento, pero sí es clave para anticiparse a posibles problemas. Es una forma de orientar el crecimiento bucodental, algo que no se puede hacer más adelante con la misma eficacia.

Problemas que se pueden detectar a tiempo

Durante esa primera visita, el especialista puede detectar maloclusiones infantiles, falta de espacio para los dientes permanentes, paladares estrechos, mordidas cruzadas o desviaciones en el desarrollo del maxilar o la mandíbula. También es común identificar hábitos que afectan la salud dental, como chuparse el dedo o empujar los dientes con la lengua.

La detección temprana de estos problemas permite aplicar tratamientos de ortodoncia preventiva o interceptiva, que en muchos casos evitan tener que recurrir a brackets o tratamientos correctivos más largos en la adolescencia.

Por qué no conviene esperar demasiado

Esperar a que todos los dientes definitivos hayan salido puede parecer lo más lógico, pero en realidad puede suponer una pérdida de oportunidad. Algunos problemas, si no se corrigen a tiempo, se agravan y requieren intervenciones más complejas, largas o costosas. Por ejemplo, un maxilar que crece de forma asimétrica no se puede redirigir igual una vez superada cierta edad.

Además, tratar a tiempo no solo facilita la corrección física: también reduce el impacto emocional que puede tener en los niños llevar aparatos más visibles en la adolescencia. Una ortodoncia infantil bien planificada permite actuar con más margen, menos urgencia y mejores resultados.

Opciones de ortodoncia para niños

A medida que el niño crece, también lo hace su boca. Por eso, no existe un único tipo de ortodoncia infantil, sino distintas opciones pensadas para cada etapa del desarrollo dental. Lo importante es adaptar el tratamiento a la edad, al tipo de problema y a las necesidades de cada caso.

Ortodoncia preventiva e interceptiva: qué son y cuándo aplicarlas

Estas opciones se aplican durante la infancia, por lo general entre los 6 y los 10 años, cuando conviven dientes temporales y permanentes. El objetivo no es alinear los dientes todavía, sino corregir el desarrollo de la mordida y los huesos maxilares antes de que el problema se consolide.

Algunos ejemplos comunes son los disyuntores de paladar para ampliar el maxilar, las máscaras faciales para guiar el crecimiento o los aparatos removibles para frenar hábitos como empujar los dientes con la lengua.

Este tipo de ortodoncia infantil puede evitar o reducir la necesidad de tratamientos más largos en la adolescencia y suele ser mejor tolerada por los niños al actuar en fases de crecimiento activo.

Ortodoncia correctiva: brackets y alternativas

Cuando ya han salido la mayoría de los dientes definitivos, por lo general entre los 11 y 14 años, se puede iniciar un tratamiento correctivo. En esta fase, el objetivo es alinear los dientes y ajustar la mordida, algo que ya no se puede modificar solo con aparatología preventiva.

Los brackets metálicos siguen siendo una opción usual por su eficacia y coste, pero también existen alternativas más estéticas como los brackets cerámicos, los alineadores transparentes o incluso la ortodoncia lingual, que se coloca en la parte interior de los dientes.

La elección depende del caso, la edad y, en muchos casos, del presupuesto y las preferencias estéticas del paciente y su familia.

¿Qué aparato es mejor según la edad y el caso?

No hay una única respuesta. La mejor ortodoncia para niños es la que se adapta a su etapa de desarrollo, a la complejidad del problema y a su nivel de colaboración. En edades tempranas, los aparatos suelen ser removibles y más orientados a guiar el crecimiento. En la adolescencia, ya se puede trabajar en el alineamiento dental con alternativas más personalizadas.

Por eso, una revisión temprana es indispensable, ya que permite planificar con tiempo y elegir la opción más eficaz, cómoda y accesible para cada familia.

Facilidades de pago para ortodoncia infantil

El precio es uno de los factores que más preocupa a las familias cuando reciben la recomendación de iniciar un tratamiento de ortodoncia infantil. Y es normal: puede suponer un gasto importante, sobre todo si se trata de tratamientos prolongados o si hay más de un hijo en edad de revisión.

En seQura ofrecemos soluciones de pago flexible pensadas para este tipo de situaciones. Porque creemos que cuidar la salud bucodental de tus hijos no debería depender de si puedes asumir todo el coste de golpe o no.

¿Qué ofrece seQura para financiar tratamientos dentales?

Con seQura puedes dividir el coste del tratamiento en cuotas mensuales, adaptadas a las posibilidades de cada familia. Puedes optar por pagar en tres partes sin coste adicional o fraccionar el importe en hasta 18 meses, con un pequeño coste fijo por cuota.

Esto significa que no hay intereses ni sorpresas: sabes desde el principio cuánto vas a pagar y durante cuánto tiempo, con una transparencia total. Además, el proceso es rápido, sin papeleos ni trámites bancarios, y se gestiona directamente desde la clínica dental asociada.

Ventajas del pago flexible para familias

  • Accedes al tratamiento cuando de verdad se necesita, sin tener que posponerlo por motivos económicos.
  • Evitas recurrir a créditos bancarios o tarjetas, con intereses altos o condiciones poco claras.
  • Ajustas el número de cuotas a tu ritmo, eligiendo lo que mejor se adapte a tu economía familiar.
  • Ganas previsibilidad y tranquilidad, sabiendo que el gasto está controlado y dividido en partes asumibles.

Todo esto, sin perder calidad en el tratamiento ni renunciar a la atención personalizada de los profesionales que cuidan la salud de tus hijos.

Cómo funciona el proceso paso a paso

  1. Elige la clínica o centro dental que trabaje con seQura.
  2. Selecciona seQura como método de pago en el momento de confirmar el tratamiento.
  3. Elige el número de cuotas: puedes dividir el pago en 3, 6, 12 o hasta 18 meses, según lo que mejor te encaje.
  4. Introduce solo cinco datos básicos: nombre, DNI, fecha de nacimiento, móvil y tarjeta bancaria.
  5. Recibe un SMS de confirmación y listo: el pago queda aprobado en segundos y tú solo tienes que preocuparte de las revisiones.

Todo el proceso se hace online, en menos de un minuto, y sin documentación extra. Así de fácil, así de flexible.

Ortodoncia infantil: actuar a tiempo marca la diferencia

La ortodoncia infantil no es solo una cuestión estética. Detectar a tiempo una maloclusión, una falta de espacio o un crecimiento desigual puede marcar la diferencia entre un tratamiento sencillo y uno largo, incómodo y costoso. Por eso, no se trata de esperar a que el problema sea evidente, sino de actuar con previsión.

Haciendo una primera revisión alrededor de los seis años, puedes saber si tu hijo necesitará ortodoncia y cuándo sería el mejor momento para empezar. Y si llega ese momento, ahora también es más fácil asumirlo de manera económica, gracias a las soluciones de pago flexible que te ofrece seQura.

La salud dental también forma parte del bienestar de tus hijos. Y tomar decisiones informadas, a tiempo y sin agobios, es la mejor forma de cuidarla.

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