La importancia de un buen calzado deportivo va mucho más allá de lucir bien en el gimnasio. Unas zapatillas adecuadas previenen lesiones graves, protegen tus articulaciones del desgaste y mejoran tu rendimiento en cualquier actividad física que practiques.
Piensa en esto. Durante un maratón, tus pies reciben cerca de 45.000 impactos. Sin el calzado adecuado, esa fuerza se transmite directamente a rodillas, caderas y columna. El resultado: fascitis plantar, tendinitis, fracturas por estrés que te dejan fuera de juego durante meses.
Invertir en un buen calzado deportivo es invertir en tu salud. Y no tiene que descuadrar tu presupuesto de golpe. Con los pagos flexibles de seQura, puedes acceder a las zapatillas que tu cuerpo necesita y pagarlas a tu ritmo.
¿Por qué necesitas usar el calzado deportivo adecuado?
Tus zapatillas deportivas hacen mucho más que cubrir tus pies. Protegen tu sistema musculoesquelético y absorben el impacto contra el suelo. Además, estabilizan tu tobillo y tu arco plantar, mejoran tu tracción según la superficie y reducen el esfuerzo muscular durante el movimiento.
Tus pies son la base de todo tu cuerpo cuando haces deporte. Durante la carrera, el salto o cualquier movimiento explosivo, soportan fuerzas que pueden alcanzar entre tres y cinco veces tu peso corporal.
Sin la protección adecuada, estas cargas se transmiten directamente a tus articulaciones, músculos y huesos. Y ahí empiezan los problemas.
Qué hace el calzado deportivo por tu cuerpo
Unas zapatillas de calidad trabajan para mantener tu cuerpo sano mientras entrenas.
Así es como te protegen:
- Protección contra impactos externos. Tus zapatillas actúan como primera línea de defensa frente a golpes, piedras y superficies irregulares. Esta barrera es especialmente importante si practicas trail running, senderismo o cualquier deporte al aire libre donde el terreno no perdona.
- Amortiguación del impacto. Los sistemas de amortiguación modernos absorben el choque contra el suelo y distribuyen la fuerza de forma uniforme. Esto reduce el estrés en tus tobillos, rodillas y caderas con cada paso que das.
- Soporte y estabilidad. Un calzado bien diseñado sujeta tu arco plantar y estabiliza tu tobillo durante movimientos laterales, cambios de dirección y frenadas bruscas. Este soporte previene torceduras y mantiene una biomecánica correcta durante todo el entrenamiento.
- Tracción y agarre. Las suelas específicas para cada deporte te dan el agarre que necesitas según la superficie. Te permiten arrancar rápido, cambiar de dirección sin resbalar y realizar movimientos explosivos de forma segura.
- Reducción del esfuerzo muscular. El diseño ergonómico disminuye la carga de trabajo sobre músculos y tendones. Esto retrasa la fatiga, te permite entrenar más tiempo y mejora tu eficiencia de movimiento.
Riesgos de usar calzado inadecuado
Usar zapatillas no adecuadas es una de las principales causas de lesiones deportivas. Pueden apartarte de tu actividad favorita durante semanas o incluso meses.
Estas son las más habituales:
- Fascitis plantar. Es una inflamación de la membrana fibrosa en la planta del pie que produce dolor intenso en el talón, sobre todo por las mañanas. Afecta al 10% de la población y está relacionada con calzado sin amortiguación adecuada.
- Tendinitis del tendón de Aquiles. Se trata de una sobrecarga en el tendón que conecta la pantorrilla con el talón. Es habitual en deportistas que usan calzado demasiado plano o sin estabilidad trasera.
- Esguinces y fracturas por estrés. La falta de soporte lateral aumenta el riesgo de torceduras de tobillo. Los impactos repetitivos sin amortiguación pueden provocar pequeñas fisuras en los huesos que te obligan a parar durante meses.
- Lesiones de rodilla y cadera. Un calzado que no corrige las alteraciones biomecánicas genera desalineaciones que afectan toda la cadena cinética. Acabas con dolor en rodillas, caderas y columna.
- Periostitis tibial. Aparece como dolor en la región anterior de la tibia cuando el calzado carece de amortiguación para absorber impactos repetitivos durante la carrera. También se conoce como "shin splints" y es muy común entre corredores principiantes.
- Metatarsalgias. Es un dolor en la zona anterior del pie relacionado con calzado que no distribuye bien la presión durante la fase de despegue. Aparece cuando la suela es demasiado rígida o las zapatillas están muy desgastadas.
Prevenir todas estas lesiones empieza con una decisión simple. Elegir el calzado deportivo adecuado para tu tipo de pie y tu actividad.

Cómo descubrir tu tipo de pisada y qué zapatillas necesitas
Para elegir bien el calzado que prevenga lesiones y mejore tu rendimiento, primero necesitas saber qué tipo de pisada tienes.
Hay tres tipos principales de pisada:
- La pronadora, donde el pie gira hacia dentro (más del 50% de deportistas).
- La supinadora, donde el pie gira hacia fuera (aproximadamente 10%).
- La neutra, con distribución equilibrada del peso.
Cada persona tiene un patrón biomecánico único. Determina cómo el pie absorbe el impacto al caminar o correr.
Una forma sencilla de identificar tu pisada es observar el desgaste de tus zapatillas actuales. Si el desgaste es mayor en la zona interna de la suela, eres pronador. Si se concentra en el borde externo, eres supinador. Si el desgaste es uniforme, tienes pisada neutra.
También puedes realizar un estudio biomecánico profesional en una tienda especializada. Te dan un análisis más preciso y te recomiendan el modelo exacto que necesitas.
Pisada pronadora, la más común
La pronación es el patrón más común entre deportistas. Tu pie gira hacia dentro al apoyar y distribuye el peso de forma desigual en la zona interna. Si observas tus zapatillas actuales, el desgaste estará concentrado en esa zona interna de la suela.
Cuando la sobrepronación es excesiva, aumenta el riesgo de fascitis plantar, tendinitis del tibial posterior y dolor de rodilla.
Busca zapatillas de estabilidad con refuerzo en la zona medial interna y soporte firme del arco plantar. Estos elementos corrigen el movimiento excesivo del pie y previenen lesiones.
Pisada supinadora, cuidado con el borde externo
La La supinación es menos frecuente. Tu pie gira hacia el exterior durante la carrera y concentra toda la carga en el borde externo. Si observas tus zapatillas, el desgaste estará en el borde externo del talón y la zona lateral de la suela.
Este patrón aumenta el riesgo de esguinces de tobillo, fracturas por estrés en el borde externo del pie y fascitis plantar. Tu pie es menos eficiente absorbiendo el choque contra el suelo.
Busca zapatillas con amortiguación neutra o extra y alta capacidad de absorción de impactos. La suela debe ser flexible, sin rigidez lateral excesiva. Evita las zapatillas con control de movimiento porque limitarán aún más tu capacidad de absorber impactos.
Pisada neutra, la más equilibrada
Es la pisada biomecánicamente más eficiente. El pie distribuye el peso de forma equilibrada desde el talón hacia el antepié, con una ligera pronación natural que facilita la absorción de impactos.
El pie aterriza en la parte externa del talón y luego rueda poco a poco hacia el centro del antepié. Genera un desgaste uniforme de la suela.
Si tienes pisada neutra, disfrutas de más libertad de elección. Busca zapatillas neutras que ofrezcan equilibrio entre soporte y flexibilidad, amortiguación moderada y diseño versátil sin correcciones biomecánicas específicas.
Al no necesitar correcciones especiales, puedes enfocarte en otros aspectos como la comodidad, el peso o el tipo de deporte que practicas.
Cómo elegir las zapatillas deportivas perfectas para ti
Para elegir bien tus zapatillas necesitas tener claros varios puntos. Tu tipo de pisada, el deporte que practicas, los calcetines con los que vas a entrenar, la hora del día en la que las compras y la comodidad desde el primer momento que te las pruebas.
Elegir bien tus zapatillas deportivas es una inversión en tu salud y rendimiento. Un error común es dejarse llevar solo por la estética, por la marca o por las recomendaciones de otros deportistas sin tener en cuenta tus características personales.
Lo que funciona para tu amigo puede no ser adecuado para ti. Al fin y al cabo, cada pie es único y cada forma de correr es diferente.
Conoce tu tipo de pisada antes de comprar
Conocer tu tipo de pisada es el punto de partida. Para ello debes hacerte un estudio biomecánico profesional en una tienda especializada o analiza el desgaste de tus zapatillas actuales.
Si el desgaste es interno, eres pronador y necesitas estabilidad. Si es externo, eres supinador y necesitas amortiguación extra. Si es uniforme, tienes pisada neutra y puedes elegir zapatillas neutras.
Esta información te dice qué tipo de soporte necesitas y te ahorra lesiones.
Elige según tu deporte específico
Cada actividad física tiene exigencias diferentes. De hecho, usar zapatillas específicas para tu deporte reduce el riesgo de lesiones de forma significativa.
El running necesita amortiguación en talón y antepié para absorber los impactos repetitivos de la carrera. El baloncesto requiere soporte lateral para los cambios de dirección bruscos y los saltos. El tenis demanda suelas resistentes que soporten el roce constante con la superficie. El trail running precisa tacos profundos para tracción en terrenos irregulares y protección adicional contra piedras.
Prueba con los calcetines adecuados
Siempre prueba las zapatillas con los calcetines que usarás durante la práctica deportiva. Un calcetín técnico de running tiene diferente grosor que uno casual y esto afecta al ajuste.
Si pruebas con calcetines finos y luego entrenas con gruesos, las zapatillas te apretarán. La prueba debe replicar las condiciones reales de uso para que el ajuste sea perfecto.
Compra a última hora del día
Los pies se hinchan con la actividad diaria, sobre todo después de estar varias horas de pie o caminando. Si compras zapatillas por la mañana cuando tus pies están menos dilatados, pueden resultarte pequeñas durante el ejercicio vespertino.
La tarde-noche es el mejor momento para probarte calzado deportivo y asegurar un ajuste cómodo en cualquier momento del día.
Verifica el espacio en la puntera
Debe haber aproximadamente medio centímetro entre tu dedo más largo y el final de la zapatilla. Este espacio permite que los pies se expandan durante el ejercicio sin que los dedos choquen contra la punta.
Esto previene uñas negras, ampollas y dolor. Ponte de pie al probártelas y presiona con el pulgar la puntera para comprobar este espacio.
Prioriza la comodidad inmediata
Si las zapatillas no se sienten cómodas desde la primera prueba, descártalas. El calzado deportivo de calidad no requiere período de adaptación doloroso.
La idea de que "se ablandarán con el uso" es un mito peligroso que puede llevarte a lesiones. Tus zapatillas deben sentirse bien desde el primer momento, sin puntos de presión ni rozaduras.

Evalúa la amortiguación y la transpirabilidad
Presiona la mediasuela con el pulgar. Debe hundirse un poco pero recuperar su forma. Si está muy dura o demasiado blanda sin rebote, la amortiguación no será efectiva.
Busca también materiales transpirables como tejidos de malla técnica que permitan la circulación del aire. Mantener los pies secos reduce el riesgo de ampollas, hongos y mal olor.
No te guíes solo por la estética o la marca
La funcionalidad debe estar por encima del diseño. Unas zapatillas de gama media bien adaptadas a tu pisada son mejor inversión que unas caras pero inadecuadas para ti.
Prioriza la comodidad, el soporte adecuado y la adaptación biomecánica. El color y el logo son secundarios cuando se trata de proteger tus articulaciones y prevenir lesiones.
Cómo acceder al mejor calzado deportivo sin comprometer tu presupuesto
Con opciones de pago flexible puedes dividir el coste de tus zapatillas en plazos cómodos y acceder al calzado que tu cuerpo necesita sin descuadrar tu economía mensual. Hay opciones que te permiten fraccionar en 3 pagos iguales sin coste adicional o elegir mensualidades más amplias de 3, 6, 12 o hasta 18 meses con una cuota fija.
Invertir en un buen calzado deportivo no tiene que suponer un desembolso inmediato. Comprar de forma inteligente significa acceder a las mejores zapatillas del mercado y pagarlas poco a poco, adaptándose a tu capacidad económica del momento.
Fracciona en 3 pagos sin coste adicional
Esta opción te permite dividir el importe total en tres pagos iguales sin intereses ni comisiones ocultas. Es ideal para compras de importe medio donde prefieres distribuir el gasto en un período corto.
Por ejemplo, si tus zapatillas cuestan 150€, pagarías 50€ al momento de la compra, otros 50€ al mes siguiente y los últimos 50€ el tercer mes.
La mecánica es sencilla. Seleccionas el método de pago flexible al finalizar tu compra en tiendas que lo ofrezcan, eliges la opción de dividir en tres plazos, introduces tus datos básicos y abonas el primer pago. Los dos pagos restantes se cargan de forma automática cada mes en la misma tarjeta, siempre en la misma fecha y sin que tengas que recordarlo.
Pago en mensualidades, mayor flexibilidad para compras importantes
Si necesitas plazos más amplios o quieres reducir el importe de cada cuota mensual, el pago fraccionado te permite dividir tu compra en 3, 6, 12 o hasta 18 mensualidades. Esta modalidad es perfecta para zapatillas de alta gama o cuando necesitas comprar varios pares para toda la familia.
El pago fraccionado suele conllevar un pequeño coste fijo por cuota que varía según el importe total de la compra. Esta estructura de costes transparente te permite saber desde el principio cuánto pagarás cada mes, sin sorpresas. Puedes calcular el importe exacto antes de confirmar tu compra.
Un proceso rápido y sin complicaciones
Pagar de forma flexible es tan fácil como seleccionar esta opción en el checkout de la tienda, elegir los plazos que prefieres e introducir tus datos básicos. No necesitas presentar nóminas, documentación financiera ni realizar trámites complejos.
Todo el proceso se completa en menos de un minuto, con aprobación inmediata en la mayoría de casos.
Los requisitos son mínimos. Residir en España, ser mayor de 18 años y disponer de una tarjeta bancaria habilitada para pagos online. Una vez aprobada tu compra, las cuotas restantes se cargan de forma automática cada mes en tu tarjeta, sin gestiones adicionales. Recibirás recordatorios por email antes de cada cobro para que siempre estés al tanto.
Puedes encontrar la lista de tiendas de deportes que ofrecen pago flexible aquí.
Preguntas frecuentes sobre la importancia del calzado deportivo
¿Puedo lavar mis zapatillas deportivas en la lavadora?
Depende del material. Las zapatillas de malla pueden lavarse en ciclo suave con agua fría, pero es mejor lavarlas a mano para alargar su vida útil. Nunca las metas en la secadora. Déjalas secar al aire libre lejos del sol directo. Quita las plantillas y los cordones antes de lavar y usa un cepillo suave para la suciedad más persistente.
¿Debo usar plantillas ortopédicas personalizadas?
Solo si un podólogo lo recomienda tras evaluar tu pisada. Las plantillas personalizadas corrigen problemas biomecánicos específicos que el calzado estándar no puede resolver. Si tienes dolor recurrente, diferencias en la longitud de tus piernas o condiciones como pie plano severo, consulta con un especialista antes de comprarlas.
¿Las zapatillas minimalistas son mejores para correr?
No para todo el mundo. El calzado minimalista (con drop de 0-4 mm) requiere una técnica de carrera depurada y musculatura del pie muy desarrollada. Si estás acostumbrado a zapatillas convencionales, la transición debe ser gradual y supervisada para evitar lesiones. Los principiantes deben comenzar con drops de 8-12 mm.
¿Cómo debo guardar mis zapatillas cuando no las uso?
Guárdalas en un lugar fresco, seco y ventilado, lejos de la luz solar directa. Evita dejarlas en el maletero del coche o en zonas húmedas porque el calor y la humedad degradan los materiales. Si están mojadas, rellena el interior con papel de periódico para absorber la humedad y mantener la forma.
¿Es necesario tener zapatillas diferentes para entrenar y competir?
Para corredores regulares o competitivos, sí. Las zapatillas de entrenamiento priorizan amortiguación y durabilidad para el uso diario. Las de competición son más ligeras, con materiales reactivos que favorecen la velocidad, pero se desgastan más rápido. Reservar unas para competir alarga su vida útil y optimiza tu rendimiento en carreras importantes.

.jpg)

.png)