Comprar una cama es una de las decisiones más importantes para garantizar un descanso de calidad. Pasamos cerca de un tercio de nuestra vida durmiendo, por lo que elegir la cama correcta puede marcar la diferencia en nuestro bienestar diario. Sin embargo, muchas personas cometen errores comunes en el proceso de compra, lo que puede resultar en molestias físicas, falta de comodidad o incluso un gasto innecesario a largo plazo.
Existen muchos factores a considerar antes de tomar una decisión, como no medir bien el espacio o elegir un colchón inadecuado para su postura al dormir, por ejemplo. Además, la calidad de los materiales y la base de la cama pueden influir de forma directa en la durabilidad y confort del producto.
En seQura entendemos la importancia de una compra bien pensada, que no solo garantice el mejor descanso, sino que también se adapte a las necesidades y posibilidades de cada persona. Por eso, en esta guía te mostraremos los errores más frecuentes que debes evitar, los factores clave a tener en cuenta y cómo tomar la mejor decisión para asegurarte de que tu nueva cama sea una inversión inteligente en tu bienestar.
Los 5 errores más comunes al comprar una cama (y cómo evitarlos)
Cuando compramos una cama, es fácil dejarnos llevar por la estética o por una oferta tentadora, sin considerar aspectos clave que influirán en nuestra comodidad y descanso a largo plazo. Teniendo esto en cuenta, vamos a ver los errores más frecuentes que comete la gente y cómo evitarlos.
1. No medir bien el espacio disponible
Uno de los fallos más comunes es elegir una cama sin considerar las dimensiones de la habitación. Una cama demasiado grande puede hacer que el espacio quede reducido e incómodo, mientras que una muy pequeña puede no proporcionar el descanso adecuado.
Para evitarlo, te recomendamos lo siguiente:
- Antes de comprar, mide el espacio donde irá la cama y asegúrate de dejar al menos 60 cm libres a cada lado para moverte con comodidad.
- Considera la distribución del dormitorio y la ubicación de otros muebles para evitar obstáculos.
- Si tu habitación es pequeña, valora opciones como camas con almacenamiento integrado o diseños compactos que optimicen el espacio.
2. Elegir el colchón solo por el precio
Un colchón barato puede parecer una buena opción en el momento de la compra, pero si no ofrece el soporte adecuado, terminarás gastando más al reemplazarlo antes de tiempo o sufriendo molestias físicas. ¿Cómo puedes evitar este error?
- Busca un equilibrio entre calidad y presupuesto, sin centrarte solo en el precio.
- Investiga los diferentes tipos de colchón: muelles ensacados, viscoelástica, espuma HR o látex, y elige el que mejor se adapte a tus necesidades.
- Considera el nivel de firmeza según tu postura al dormir: los colchones firmes son ideales para personas con problemas de espalda, mientras que los más suaves son adecuados para quienes duermen de lado.
3. Ignorar la importancia de la base de la cama
La base es un elemento clave que muchas veces se pasa por alto. Elegir una base inadecuada puede reducir la vida útil del colchón y afectar la calidad del descanso.
Te proponemos estas ideas para evitarlo:
- Si compras un colchón nuevo, asegúrate de que la base sea compatible con él.
- Para colchones de muelles ensacados, lo ideal es una base tapizada o un canapé rígido.
- Para colchones de látex o viscoelástica, se recomienda un somier de láminas, que permita la transpiración y evite acumulaciones de humedad.
4. No probar la cama antes de comprarla
Muchas personas eligen su cama basándose solo en opiniones o fichas técnicas, sin probarla antes. Esto puede llevar a descubrir que no es tan cómoda como parecía una vez que empiezas a usarla.
Puedes evitar este error así:
- Si compras en una tienda física, tómate tu tiempo para probar la cama. Acuéstate en diferentes posiciones y evalúa la firmeza.
- Si compras online, busca opciones con prueba en casa o políticas de devolución flexibles para asegurarte de que el colchón se adapta a ti.
5. No considerar opciones de almacenamiento y funcionalidad
El espacio de almacenamiento es crucial en muchas habitaciones, y una cama con opciones integradas puede ayudarte a aprovechar mejor el espacio sin necesidad de agregar más muebles.
Te proponemos estas ideas para evitarlo:
- Si necesitas más espacio, opta por una cama con canapé abatible o con cajones.
- Para habitaciones compartidas o con poco espacio, considera una cama nido o litera, que permite optimizar cada metro cuadrado disponible
Factores clave: colchón, base y materiales
Elegir una cama no es solo cuestión de estética, sino de comodidad, salud y durabilidad. Por eso, antes de tomar una decisión, es importante fijarse en tres elementos fundamentales: el colchón, la base y los materiales de la estructura. Vamos a ver qué debes tener en cuenta en cada uno de ellos.
El colchón
El colchón es el corazón de la cama. Puede que el diseño de la estructura sea bonito, pero si el colchón no es el adecuado, te despertarás cada mañana con dolor de espalda.
- El material importa. Si te mueves mucho al dormir, un colchón de muelles ensacados te dará mejor soporte. Si prefieres algo más adaptable, los de viscoelástica o látex son una buena opción. Y si buscas algo más económico, la espuma HR ofrece un buen equilibrio entre precio y comodidad.
- No todos los colchones tienen la misma firmeza. Si duermes boca arriba o tienes problemas de espalda, te conviene un colchón más firme. Si duermes de lado, uno más blando reducirá la presión en hombros y caderas.
- La transpirabilidad también es clave. Si eres caluroso, elige un colchón con buena ventilación, como los de muelles o látex.
Si puedes, pruébalo antes de comprarlo. Acuéstate, cambia de postura y comprueba si te resulta cómodo. Y si compras online, busca opciones con prueba en casa.
La base
La base de la cama no se nota a simple vista, pero tiene un gran impacto en la calidad del descanso y en la vida útil del colchón.
- Si buscas flexibilidad y ventilación, el somier de láminas es una gran opción, sobre todo si usas colchones de viscoelástica o látex.
- Para un soporte más firme y estable, las bases tapizadas o los canapés son ideales, sobre todo si tienes un colchón de muelles ensacados.
- Si quieres aprovechar mejor el espacio, una cama con canapé abatible te permite guardar ropa de cama, maletas o lo que necesites sin ocupar sitio extra en la habitación.
Asegúrate de que la base y el colchón sean compatibles. No todas las combinaciones funcionan bien y eso puede afectar la comodidad y la durabilidad de ambos.
Los materiales
El material de la estructura no solo influye en la estética de la cama, sino también en su resistencia y mantenimiento.
- Las camas de madera son duraderas y resistentes, ideales si buscas un diseño cálido y atemporal.
- Las de metal son más ligeras y modernas, perfectas si quieres algo más minimalista o fácil de mover.
- Las tapizadas añaden un toque elegante y acogedor, pero requieren más mantenimiento, ya que pueden acumular polvo o manchas con el tiempo.
Si buscas una cama que te dure muchos años, la madera maciza suele ser la mejor opción. Si prefieres algo más práctico y versátil, el metal o el tapizado pueden adaptarse mejor a tus necesidades.
Ahora que ya tienes claro qué debes mirar antes de comprar una cama, vamos a hablar de otro punto importante: las opciones de pago y cómo pueden ayudarte a acceder a un modelo de mejor calidad sin que tu presupuesto se vea afectado de golpe.
Opciones de pago para mejorar tu descanso
Comprar una cama de calidad es una inversión en tu bienestar, pero eso no significa que tengas que desembolsar una gran cantidad de dinero de golpe. Existen diferentes opciones de pago que pueden ayudarte a gestionar mejor tu presupuesto sin renunciar a la comodidad y durabilidad que necesitas.
¿Vale la pena fraccionar el pago de una cama?
Mucha gente duda entre pagar al contado o a plazos. Si tienes el dinero disponible y prefieres olvidarte del pago de inmediato, una compra al contado puede ser la mejor opción. Pero si prefieres distribuir el coste en varios meses sin afectar tu economía diaria, los pagos fraccionados pueden ser una alternativa muy interesante.
Optar por un pago flexible te permite:
- Acceder a una cama de mejor calidad sin tener que comprometer todo tu presupuesto en un solo pago.
- Evitar gastos imprevistos, ya que puedes planificar mejor tu economía sin sentir un gran impacto en un solo mes.
- Aprovechar oportunidades de compra, como descuentos por temporada o modelos con mejor relación calidad-precio.
Opciones de pago disponibles
Cada tienda ofrece diferentes métodos de pago, pero en general, estas son las opciones más comunes:
- Pago único al contado. Lo pagas todo en un solo movimiento y te olvidas del tema.
- Pagos fraccionados. Permiten dividir el coste en varias cuotas mensuales, en algunos casos sin intereses.
- Financiación en tiendas. Algunas marcas ofrecen financiación propia o a través de entidades bancarias, aunque puede incluir intereses.
- Soluciones de pago flexible. Alternativas como seQura te permiten pagar en varios plazos sin complicaciones ni papeleo.
Cada opción tiene sus ventajas y dependerá de tu situación personal. Si puedes pagarlo al contado sin que afecte a tu economía, es una buena idea. Pero si prefieres distribuir el pago sin afectar tu liquidez, elegir la solución de pago flexible de seQura te permitirá acceder a una cama mejor sin preocuparte por pagarlo todo de golpe.
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