cbdc que son y para que sirven
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CBDC: ¿Qué son y para qué sirven?

June
6
,
2025
|
Autor
Ivy Espinosa
Ecommerce
seQuraLAB
Tiempo
5
mins. de lectura

El dinero está cambiando. Las monedas digitales de bancos centrales, conocidas como CBDCs, están surgiendo como una nueva forma de dinero electrónico con el respaldo de los bancos centrales. Estas monedas son herramientas oficiales que combinan la estabilidad de la moneda física con la agilidad y eficiencia de las soluciones digitales.

Hoy en día, más de 130 países analizan cómo integrar las CBDCs en sus economías. El yuan digital en China y el proyecto del euro digital en Europa son dos ejemplos que demuestran su potencial para cambiar la forma de comprar y vender, no solo para los consumidores, sino también en el ámbito empresarial. Sin embargo, junto a sus ventajas aparecen retos importantes: la privacidad de los datos, la seguridad de las transacciones y su impacto en el sistema financiero.

En seQura, líderes en soluciones de pago flexible, entendemos lo que significa enfrentarse a un entorno de pagos que no deja de evolucionar. Por eso, compartimos contigo las claves para descubrir cómo las CBDCs pueden transformar las transacciones B2B y qué oportunidades y desafíos pueden traer a tu negocio.

¿Qué es una CBDC o moneda digital del banco central?

Las CBDCs, o monedas digitales de bancos centrales, son una forma de dinero electrónico emitido por las autoridades monetarias. A diferencia de las criptomonedas privadas como Bitcoin o Ethereum, las CBDCs cuentan con el respaldo de un gobierno y mantienen el control centralizado, ofreciendo así estabilidad y confianza en las transacciones. En otras palabras, son una evolución del dinero físico y buscan facilitar los pagos digitales en un entorno cada vez más conectado.

Estas monedas digitales están diseñadas para convivir con los métodos de pago tradicionales, de modo que aportan nuevas herramientas para la gestión económica. Por ejemplo, el yuan digital en China y el euro digital en Europa son iniciativas que pretenden ofrecer una opción de pago digital segura, accesible y controlada. Su desarrollo también está vinculado al crecimiento de las soluciones fintech, que han cambiado la forma de interactuar con los servicios financieros y abierto el camino a nuevas formas de pago.

Para las empresas, las CBDCs representan una oportunidad para simplificar y asegurar las transacciones, sobre todo en operaciones B2B, donde la eficiencia y la confianza son claves. Su adopción ofrece un potencial enorme para agilizar los procesos y adaptarse a las demandas de un mercado cada vez más digitalizado.

¿Por qué los bancos centrales están desarrollando CBDCs?

El desarrollo de las CBDCs responde a varios retos y oportunidades que afrontan los bancos centrales en un entorno cada vez más digitalizado. Uno de los principales motivos es la necesidad de modernizar el sistema de pagos y adaptarse a la creciente demanda de métodos más rápidos y seguros, tanto para consumidores como para empresas. Las CBDCs ofrecen una alternativa que garantiza la estabilidad de la moneda y la confianza pública.

Además, estas monedas digitales permiten a los bancos centrales competir con soluciones privadas de pago como sofort y otras herramientas digitales que ya están presentes en el mercado. Al ofrecer un medio de pago oficial y regulado, las CBDCs ayudan a mantener la relevancia de las monedas nacionales y evitar que el dinero privado gane demasiado terreno.

El impacto positivo de las CBDCs también se refleja en su capacidad para fortalecer la política monetaria, facilitando el control de la oferta monetaria y la transmisión de decisiones económicas. Estas ventajas se alinean con la evolución de los métodos de pago para eCommerce, que exigen más flexibilidad y opciones adaptadas a los nuevos hábitos de consumo.

Por último, su conexión con soluciones como BNPL y criptomonedas demuestra cómo las CBDCs forman parte de un ecosistema de pagos cada vez más versátil y conectado, listo para cubrir las necesidades del comercio B2B actual.

¿Cómo funcionan las CBDC?

Las CBDCs funcionan como dinero digital que emite y respalda un banco central. Se crean de manera electrónica  y pueden distribuirse a través de los mismos bancos comerciales o plataformas de pago que ya conocemos. A diferencia de los billetes y monedas, las CBDCs se almacenan y usan de forma 100% digital, lo que permite pagos más rápidos y seguros.

Existen dos tipos principales de CBDCs: las minoristas, pensadas para el uso diario de personas y empresas, y las mayoristas, diseñadas para transacciones entre bancos e instituciones financieras.

Las minoristas están más cerca del público y permiten a los comercios y consumidores realizar pagos de manera directa y eficiente. Las mayoristas, en cambio, mejoran la liquidez y la eficiencia de las operaciones financieras a gran escala.

El proceso técnico puede apoyarse en tecnologías como la blockchain, aunque no siempre es necesario. Lo fundamental es garantizar que las transacciones sean seguras, rápidas y fiables, y que se integren bien en los sistemas existentes. Para las empresas B2B, las CBDCs suponen una forma de pago que podría reducir la complejidad de las transferencias internacionales y mejorar el control sobre las operaciones diarias, ofreciendo más agilidad y menor riesgo.

Ventajas de las CBDCs para gobiernos, empresas y ciudadanos

Las CBDCs ofrecen ventajas claras para todos los actores económicos. Para los gobiernos, proporcionan una herramienta más eficaz para implementar la política monetaria, controlar la oferta de dinero y responder con mayor rapidez a las necesidades económicas. Al ser digitales, permiten un seguimiento más preciso de los flujos financieros, lo que facilita la toma de decisiones.

Para las empresas, las CBDCs pueden reducir costes en las transacciones, sobre todo en pagos B2B. Estos pagos suelen requerir varias verificaciones y pasar por intermediarios, lo que alarga los procesos y eleva los costes. Con las CBDCs, las transacciones pueden ser más rápidas y con menos comisiones. Además, mejoran la transparencia y la confianza en los pagos, lo que es clave en el comercio electrónico y las relaciones empresariales.

Para los ciudadanos, las CBDCs aportan más inclusión financiera, ya que facilitan el acceso a herramientas digitales incluso para quienes no tienen cuentas bancarias. Además, ofrecen seguridad y agilidad en el pago de productos o servicios.

Por otro lado, las CBDCs conviven con otras soluciones como el préstamo a plazos, que permite a los consumidores comprar a su ritmo y a los comercios ofrecer soluciones flexibles de pago.

Riesgos y desafíos de las monedas digitales

Aunque las CBDCs ofrecen muchas ventajas, también presentan desafíos que es importante considerar. Uno de los principales riesgos es el de ciberseguridad. Al ser dinero digital, están expuestas a ataques y fraudes que podrían comprometer la seguridad de los usuarios y la confianza en el sistema.

Otro punto de preocupación es la privacidad. Las transacciones con CBDCs, al estar vinculadas a identidades verificadas, podrían facilitar un control gubernamental excesivo sobre la información financiera de las personas y empresas. Esto genera tensiones entre la necesidad de transparencia y el derecho a la privacidad.

Desde el punto de vista de las empresas financieras, existe el temor de que las CBDCs puedan desplazar a la banca tradicional como intermediaria en los pagos. Esto podría afectar la liquidez de los bancos y su capacidad para ofrecer créditos, generando inestabilidad en el sistema.

Por último, no todas las empresas o ciudadanos tienen el mismo nivel de acceso a las tecnologías necesarias para utilizar CBDCs, lo que podría ampliar la brecha digital y dejar a algunos usuarios fuera de estas nuevas formas de pago.

Futuro de las CBDCs: ¿sustituirán al dinero en efectivo?

La idea de que las CBDCs puedan sustituir por completo al dinero en efectivo genera mucho debate. Sin embargo, la mayoría de los bancos centrales coinciden en que, al menos en un futuro cercano, estas monedas digitales no están pensadas para reemplazar el efectivo, sino para complementarlo. El efectivo sigue teniendo un papel importante en la economía, sobre todo para transacciones pequeñas y como medio de pago accesible para toda la población.

Proyectos como el euro digital reflejan esta visión: se busca ofrecer una forma de pago moderna y segura que amplíe las opciones de los consumidores y las empresas, pero sin eliminar la posibilidad de pagar en efectivo. Este enfoque de coexistencia permite a los usuarios elegir la forma de pago que mejor se adapta a sus necesidades y circunstancias.

La confianza en estas nuevas monedas dependerá de cómo se implementen y de que garanticen seguridad, privacidad y facilidad de uso. Para las empresas, adaptarse a las CBDCs será un paso importante para mantenerse competitivas en un entorno cada vez más digitalizado.