AI retail 2025 tecnologías que cambiaran el comercio
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AI Retail 2025: tecnologías emergentes que cambiarán el comercio tal y como lo conocemos

August
7
,
2025
|
Ecommerce
Tiempo
5
mins. de lectura

En 2025, la inteligencia artificial  es el nuevo estándar del retail. Las decisiones de compra, los precios, la logística y la atención al cliente ya no se gestionan manualmente. Se automatizan, se anticipan y se ajustan en tiempo real. Y eso lo cambia todo.

Mientras unos siguen hablando de innovación, otros ya están reorganizando su negocio en torno a asistentes autónomos, experiencias personalizadas por emoción y operaciones optimizadas por algoritmos. La IA no está transformando un área: está reconfigurando el comercio entero.

En seQura tenemos claro que cuando el comercio se reconfigura desde la base, no puedes seguir aplicando las reglas de siempre. Por eso, en este artículo te ayudamos a entender qué implica realmente trabajar con IA en retail y qué puedes hacer hoy para no quedarte atrás.

La IA ya no es una opción, es la nueva base del comercio minorista

En 2025, la inteligencia artificial ya no es un añadido tecnológico: es la estructura que sostiene el comercio. Todo lo que antes requería procesos manuales ahora se ejecuta automáticamente, con más velocidad, precisión y contexto. No se trata de optimizar lo que ya existe, sino de operar con nuevas reglas.

Cómo la IA ha tomado el control del retail

Las marcas que mejor están funcionando no han añadido IA a su estrategia: han construido su estrategia sobre la IA. Eso implica dejar de verla como un apoyo al CRM, al pricing o al marketing, y empezar a tratarla como una infraestructura de base. La IA se convierte en el sistema que aprende, decide y ajusta en tiempo real. Desde las previsiones de demanda hasta el tono del mensaje al cliente, todo se decide sobre datos y modelos dinámicos.

El resultado se resume en menos fricción, más conversión y decisiones más rápidas con menos recursos.

Proyecciones de mercado para 2025 y presión por adoptar ya

La magnitud del cambio no es una hipótesis: está respaldada por cifras concretas. Según un informe de Precedence Research, el mercado global de inteligencia artificial en el sector retail alcanzará los 14.030 millones de dólares en 2025 y se espera que escale hasta los 62.640 millones en 2034, con una tasa de crecimiento anual cercana al 18 %. Además, según datos de Honeywell, más del 80 % de los retailers planean integrar IA en sus operaciones antes de 2026, según una encuesta a responsables de operaciones en Estados Unidos, Europa, Asia y Latinoamérica.

Los minoristas que ya la han integrado no solo ganan en eficiencia: también han ampliado ticket medio, mejorado el ratio de conversión y reducido las tasas de abandono. Mientras tanto, los que no se han adaptado empiezan a sufrir la pérdida de margen, de atención y de cuota.

Qué tecnologías están reconfigurando el retail en 2025

Las tecnologías basadas en inteligencia artificial ya no se limitan a mejorar partes del negocio. Actúan en paralelo sobre el cliente, la oferta, los canales y la operativa. Lo que hace apenas unos años parecía ciencia ficción —un asistente que compra por ti o una tienda sin cajero— hoy define la normalidad.

Agentes autónomos y asistentes de compra predictivos

En 2025, los asistentes de IA ya no se limitan a resolver dudas. Interpretan el contexto del usuario, analizan su historial y anticipan necesidades. En muchos casos pueden tomar decisiones y actuar sin instrucciones explícitas, como ajustar pedidos o realizar compras programadas. Según datos recogidos por eMarketer, el 47 % de los consumidores afirma que le gustaría que un agente digital comprase productos recomendados en su nombre cuando lo considere oportuno.

Esta figura no sustituye al equipo humano, pero libera tiempo y atención tanto al cliente como al comercio. Reduce la fricción, acelera el ciclo de compra y mejora la experiencia en todas sus fases.

Personalización emocional y en tiempo real

La personalización ya no se basa solo en datos transaccionales. La IA interpreta emociones, patrones de comportamiento y señales de contexto para adaptar contenidos, productos y mensajes. Puede generar moodboards, ajustar el tono del mensaje según el estado de ánimo e incluso modificar ofertas en tiempo real si detecta reticencia o interés creciente.

Este enfoque transforma la relación con el cliente: deja de ser reactiva y se convierte en una conversación continua, adaptada y contextualizada. Es una forma de personalización más profunda, más útil y, sobre todo, más rentable.

IA generativa, realidad aumentada y probadores virtuales

La IA generativa reduce tiempos y costes en marketing, diseño y desarrollo de producto. Es capaz de crear descripciones, variaciones de packaging o conceptos visuales a partir de unos pocos inputs. Pero además, aplicada a la experiencia de compra, permite implementar probadores virtuales con realidad aumentada que disminuyen significativamente la tasa de devolución.

Los retailers que utilizan estas tecnologías no solo agilizan sus procesos creativos: también mejoran la conversión y reducen el coste operativo asociado a errores de talla, estilo o expectativas.

Comercio por voz y experiencias conversacionales

El comercio por voz y texto se está convirtiendo en un canal prioritario. Muchos usuarios ya no buscan en menús o filtros: simplemente preguntan o piden lo que necesitan. Y esperan respuestas útiles, inmediatas y personalizadas. Esa expectativa solo puede cumplirse con IA.

Los asistentes conversacionales permiten acompañar al cliente desde el descubrimiento hasta el cierre sin cambiar de entorno ni romper la experiencia. Son una solución de atención, de venta y de fidelización al mismo tiempo.

Cómo impacta la IA en las operaciones y en los márgenes

La inteligencia artificial no solo mejora la experiencia del cliente. Su impacto más inmediato y medible está en la eficiencia operativa. Inventario, logística, precios y sostenibilidad son áreas donde los modelos predictivos y automatizados permiten recortar costes, reducir errores y liberar recursos.

Gestión de inventario y previsión de la demanda

La IA permite anticipar la demanda con mucha más precisión que los métodos tradicionales. Analiza variables como estacionalidad, comportamiento histórico, tendencias y datos en tiempo real, lo que la convierte en una herramienta adaptable a escenarios complejos. Según un informe de McKinsey, estos modelos pueden mejorar la precisión de previsión hasta en un 50 % respecto a los sistemas convencionales. Además, en un estudio de caso de Falconi, se consiguió reducir el exceso de inventario en un 25 % al mejorar la precisión del forecast un 40 % . Otras fuentes, como TaurenAI, respaldan que estas reducciones pueden acercarse al 30–35 %, dependiendo del sector y la calidad de los datos analizados.

Esto se traduce en menos stock muerto, menos roturas de stock y una mejor planificación de compras. La consecuencia directa es una cadena de suministro más ágil, más rentable y menos expuesta a interrupciones.

Precios dinámicos e inteligencia competitiva

Ajustar precios en tiempo real ya no es un privilegio de las grandes plataformas. La IA permite a cualquier retailer monitorizar a su competencia, analizar la elasticidad de la demanda y modificar precios según contexto, perfil de cliente o nivel de inventario.

Esto mejora los márgenes, acelera la rotación y permite lanzar ofertas personalizadas sin necesidad de grandes campañas. La inteligencia de precios se convierte así en una palanca directa de rentabilidad y diferenciación.

Robótica, automatización logística y sostenibilidad

En el entorno logístico, la combinación de IA y robótica está transformando los centros de distribución. Según un análisis de Process Excellence Network, Amazon ha conseguido reducir en un 25 % los costes de cumplimiento en su nuevo centro logístico de Shreveport (Luisiana), gracias a la implementación de soluciones avanzadas como el sistema robótico Sequoia, brazos automatizados como Sparrow y Proteus, y algoritmos de visión por computadora e inteligencia artificial.

Pero no se trata solo de eficiencia. Como informa el Financial Times, estos avances también permiten mejorar la seguridad, acelerar la preparación de pedidos y liberar recursos para nuevas inversiones: Amazon planea destinar hasta 25.000 millones de dólares al desarrollo de tecnologías de automatización e IA en la próxima década.

La IA permite ajustar los embalajes al volumen real del pedido, planificar rutas con menos emisiones y minimizar errores en el envío. También ayuda a prever devoluciones y ajustar la oferta para reducirlas. Todo esto contribuye a mejorar el margen y a avanzar en sostenibilidad sin comprometer la operativa.

Qué cambia en la relación con el cliente

La IA está redefiniendo cómo los retailers se relacionan con sus clientes. Ya no basta con ofrecer buenos precios o una web funcional. Lo que marca la diferencia es la capacidad de anticiparse, adaptarse y acompañar al usuario con relevancia y sin fricción, en todos los canales.

Omnicanalidad orquestada por IA

La IA conecta los puntos. Unifica los datos de navegación, compra, atención y fidelización para que cada interacción tenga continuidad, sin importar el canal. Esto permite personalizar la experiencia en la web, el móvil, la tienda física y cualquier punto de contacto con mensajes coherentes y acciones consistentes.

Ya no se trata solo de estar en varios canales, sino de que el usuario sienta que su recorrido es único y fluido, porque lo es.

Reducción de fricción, devoluciones y abandono

Al entender mejor al cliente, la IA reduce la incertidumbre y mejora la toma de decisiones. Esto se traduce en menos errores, menos devoluciones y un proceso de compra más rápido y satisfactorio. El cliente encuentra antes lo que necesita, con más confianza y menos pasos.

Para el retailer, esto significa menos costes, menos incidencias y más conversión.

El nuevo consumidor quiere menos clics, más contexto

El consumidor de 2025 no quiere opciones infinitas. Quiere soluciones rápidas, relevantes y adaptadas a su momento. No espera que le pregunten qué necesita, espera que se lo propongan con acierto.

La IA permite responder a esa expectativa. Captura señales de contexto, interpreta estados de ánimo y ajusta el contenido, la oferta y el canal a lo que el cliente realmente valora en ese momento. No es una experiencia más cómoda: es otra forma de comprar.

AI Retail 2025: lo que frena su adopción y cómo afrontarlo

Aunque los beneficios son evidentes, la adopción generalizada de la inteligencia artificial en retail sigue enfrentando obstáculos. No se trata de una cuestión de tecnología disponible, sino de decisiones estratégicas, capacidades internas y confianza del cliente.

Sistemas fragmentados y calidad de datos

Muchos retailers siguen trabajando con estructuras heredadas que no están preparadas para integrar IA. Los datos están dispersos, desactualizados o mal etiquetados. Esto impide entrenar modelos fiables y limita su impacto.

Antes de pensar en IA, hay que construir una base de datos sólida, accesible y bien conectada. Sin eso, cualquier proyecto se convierte en un experimento sin recorrido.

Privacidad, control humano y confianza del consumidor

A medida que la inteligencia artificial gana protagonismo, también crece la preocupación por la privacidad y el uso de los datos. La confianza del cliente no es automática: requiere transparencia, control y la posibilidad de intervenir cuando sea necesario.

 Según una encuesta realizada por Omnisend, el 66 % de los consumidores prefiere tomar sus propias decisiones de compra, y solo el 34 % permitiría que una IA realice compras en su nombre.

Además, un estudio de Ipsos muestra que la confianza en las recomendaciones de la IA varía según el nivel de familiaridad. Mientras que el 81 % de los usuarios frecuentes confía en ellas, el porcentaje baja al 52 % entre usuarios ocasionales y al 34 % cuando se trata de herramientas generativas como asistentes conversacionales o chatbots.

Estos datos confirman que el éxito de la IA no pasa por eliminar al humano, sino por reforzar su papel como supervisor y garante de las decisiones automatizadas.

Retorno de inversión y escasez de talento

Aunque el potencial es claro, solo una minoría de empresas está viendo retornos significativos en sus inversiones en IA. La falta de foco y la elección de casos de uso poco estratégicos explican parte del problema.

Además, muchas compañías no encuentran perfiles técnicos suficientes para desarrollar y mantener estas soluciones. Aquí, la formación interna y la colaboración con expertos externos son claves para avanzar. Sin visión de negocio, la IA se convierte en gasto. Con visión, en ventaja estructural.

Si el retail cambia de raíz, tus decisiones también deben hacerlo

La IA no es una mejora incremental. Está reescribiendo las reglas del comercio: cómo se atrae al cliente, cómo se le atiende, cómo se gestiona el stock y cómo se toma cada decisión operativa. Esperar a que madure o limitar su uso a un piloto aislado ya no es una opción válida.

Los retailers que están liderando este cambio han entendido que la IA no es una herramienta para automatizar lo que ya hacían. Es una nueva lógica para rediseñar cómo lo hacen todo. Por eso actúan rápido, invierten en infraestructura, forman a sus equipos y asumen que el reto no es solo técnico, sino también estratégico.

Por lo tanto, la IA no reemplaza a las personas, pero exige nuevas habilidades, nuevas métricas y nuevas formas de pensar. Quienes se anticipen a este cambio no solo competirán mejor, sino que definirán cómo será el comercio en los próximos años.

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